Los Olvidados
Los olvidados es una película mexicana filmada del 6 de febrero al 9 de marzo de 1950 en los estudios Tepeyac y en locaciones de la Ciudad de México, estrenada el 9 de noviembre del mismo año en el cine México.1 Escrita y dirigida por Luis Buñuel, que obtuvo el premio al mejor director en el Festival de Cannes y que ha sido nombrada Memoria del Mundo por la Unesco.2 Los olvidados cuenta una historia trágica y realista sobre la vida de unos niños en un barrio marginal de la Ciudad de México.
Esta película es la obra más relevante desde que Buñuel comenzó su etapa mexicana. Tras el éxito comercial que le proporcionó El gran Calavera, el productor Óscar Dancigers le propuso que dirigiese una nueva película sobre los niños pobres de México.
La película se sitúa en la línea del neorrealismo italiano, al que Buñuel aporta su toque surrealista como se puede observar en la secuencia del sueño de Pedro, la obsesión por las gallinas o el huevo lanzado hacia la cámara.
Análisis
Aparentemente, la película es un drama o tragedia neorrealista, documentada en los bajos fondos de la gran urbe y que tiene una intención marcadamente social. Sin embargo, el trazado subliminal, crea todo un flujo subconsciente en que los temas son la ausencia del padre, el complejo de Edipo, la orfandad, la maldad y la muerte. Todo esto está subrayado por secuencias oníricas, por la extraña y constante presencia de las gallinas, la rítmica repetición de brazos que se alzan cada diez minutos para golpear y matar cruelmente y, no menos importante, la vanguardista música, atormentada e inquietante, de Rodolfo Halffter sobre temas de Gustavo Pittaluga. Ello crea un clima de malestar que lleva al filme a la característica poética surrealista y tortuosa del aragonés.
Como ha recordado Octavio Paz, Buñuel muestra la evolución del surrealismo, que se inserta ahora en las formas tradicionales del relato, en este caso una tragedia sin coturno, integrando «las imágenes irracionales que brotan de la mitad oscura del hombre».
El estreno de la película en México suscitó violentas reacciones, y se pidió desde diversas instancias mediáticas la expulsión del cineasta del país. A los cuatro días fue retirada de los cines sin que faltaran intentos de agresión física contra Buñuel. Afortunadamente, algunos intelectuales salieron en su defensa y, tras recibir el premio al mejor director en el Festival de Cannes de 1951 (en una edición donde competían Milagro en Milán de Vittorio de Sica o Eva al desnudo de Joseph L. Mankiewicz), Buñuel fue «redescubierto» en los medios franceses y europeos, lo que le valió el respeto y la audiencia en México. La película fue reestrenada al año siguiente en una buena sala de la capital mexicana, donde permanecería más de dos meses en cartel.
Y su éxito comercial se dio pese a su extrema dureza, pues como señaló André Bazin, se trata de un ejemplo del "cine de la crueldad", en consonancia con las propuestas que para el teatro había hecho Antonin Artaud con su "teatro de la crueldad". Buñuel se permite mostrar lisiados sin el menor intento de mover la compasión del espectador hacia ellos. Antes al contrario, muestra al ciego cargado de rasgos negativos (lujurioso, avaro y chivato), y esto se refuerza eligiendo para este personaje a un actor conocido por su interpretación de numerosos «malos» en el cine mexicano.
Los dos grandes temas son la sexualidad y la muerte, sin olvidarnos de la pobreza, la marginación y la miseria, que recorren el primero los componentes surrealistas y profundos de la psique humana y el segundo la dura lucha por la vida de la realidad social. Desde este punto de vista, «olvidados» son todos sus personajes: Ojitos, que es abandonado a su suerte por su padre en la gran ciudad para librarse de una boca que alimentar; Pedro, a quien su madre le niega el afecto y aun el sustento; esta, a su vez, repudiada y vejada por su marido, y luego abandonada; Jaibo, de orfandad total, que ha tenido que sobrevivir en la calle, e incluso el ciego, desasistido de beneficencia, por lo que tiene que mendigar en la calle, desvalido como el hombre-tronco, que se desplaza sobre un carrito con ruedas, y del que los chicos se burlan quitándole su medio de locomoción y tirándolo calle abajo.
Esta tremenda visión del mundo remata en la doble muerte sobreimpresionada de Pedro y Jaibo: ni el bien ni el mal escapan a ella, como constata trágicamente la película (al menos en las condiciones sociales en las que se desarrolla este drama). Su valor cinematográfico se desprende de todas estas sugerencias subterráneas, que, unido a la trama contundente y brutal, crean una gran catarsis.
Fuente: Wikipedia.
Ligas a la película.
https://zoowoman.website/wp/movies/los-olvidados/
Otras ligas.
El segundo final de Los Olvidados
Es la primera vez que veo una película de la época de oro mexicana, era algo desconocido para mí, tiene muchísima influencia italiana, la música y el libreto me parecieron muy bellos, me encanta que manejen mucho de la jerga de la calle de esa época... Siento que se mostró nada más una untadita de lo que era la cruda realidad de la época, en Colombia, tenemos la película de la vendedora de rosas, que al final termina mostrando sin máscaras la crudeza de los niños en la calle.
ResponderBorrarDisfruté muchísimo la película, creo que las tomas que más me impresionaron por la textura y sensaciones que daban, fueron aquellas de los sueños, jugar con una voz en off y escenas cortadas es un toque surrealista muy bello.
Gracias por esta película.
Película bella, pero a la vez muy cruda, la cara real de la marginación. No puedo decir que me haya gustado, pero es una película qué si refleja la pregunta de este ciclo, la infancia si es destino. Es un tema tan profundo que hay sentimientos encontrados de diversa índole, por ejemplo de amor, desamor, violencia, falta de empatía, niños y adolescentes sin moral ni sentimientos. Es el reflejo del ser humano sin futuro. Parece ser que se filmó hace muchos años, pero es un reflejo de la actual realidad mundial: la marginación, la desesperanza, la falta de oportunidad, etcétera. La película está basada en un triangulo de personalidades distintas, por un lado esta el Jaibo, el radical, anarquista y líder del grupo. Por otro lado, el Ojitos, la inocencia interrumpida pero no perdida y el que los une es Pedro, que mira hacia los dos vértices, el bien y el mal; se cree inocente y quiere ser niño, pero también es adulto, y con mucho arrepentimiento.
ResponderBorrarMe sorprendió la falta de valor a la vida, nadie sufre en realidad por la muerte o la desgracia de los demás. La personalidad psicópata del Jaibo no tenía límites, no tenía nada que perder. Los demás, solo eran corderos sin oficio ni beneficio.
A pesar de lo cruel de las escenas, me gusto el ambiente rural, la ranchería, el mercado, el espectáculo al aire libre de los juegos, la música, los artistas callejeros, el hambre y la desolación. Después de esta película vi del ciclo francés “just kids”, películas muy similares en contextos distintos, pero ese es otro tema.
Coincido en esa lectura sobre el Jaibo, Pedro y el Ojitos.
BorrarSolo que contrario a lo que mencionas, yo sí considero que existe empatía o al menos las personas de ese barrio no se muestran indiferentes hacia lo que pasa, quieren conocer un poco aunque no puedan hacer nada; hasta en el grupito que conforman los muchachos principales existe cierta preocupación, apoyo. Tal vez la falta de empatía está en la sociedad fuera de esos márgenes, no dentro de ella (:
Teresa, gracias por tu comentario, me refiero a las escenas en donde Jaibo mató a Julián, y en donde mató a Pedro, la reacción de la gente fue muy superflua, fue como decir... "se murió X persona", y ya, ya no pasó nada, no hubo trascendencia. Pero si, coincido en la empatía de los grupos, pero igual cada familia estaba encerrada en su realidad. saludos
BorrarEsta película creo relata fríamente la realidad de México de aquellos años e inclusive de estos días. Es como si nada hubiera cambiado.
ResponderBorrarLa falta de amor entre padres e hijos el abandono hacia los adolescentes, la falta de educación y oportunidades.
Me gusta las locaciones nos transportan a aquella epoca, podemos ver el México de aquellos años.
Definitivamente creo que la infancia y el medio donde nos desarrollamos es vital para poder tener un futuro y una vida digna.
Las malas amistades la necesidad de pertenencia y la falta de valores y principios desencadenó finalmente la muerte de un niño de buen corazón pero en un ambiente que finalmente le costo la vida.
Los olvidados es una película que retrata a una realidad, Latinoamérica vivió y vive este problema desde su creación. La película nos pone frente a uno de estos grupos conformados por: El Jaibo (la mente criminal), Pedro (un niño atraído hacia la vida de pandilla), cacarizo, tejocote, el pelón y otros (Quienes integrados a el grupo ya carece de nombre). El Jaibo es un prófugo, su grupo lo trata como un héroe, pero duda de un antiguo miembro, Julián, quien ahora trabaja, El Jaibo planea su muerte por haberlo denunciado, en el camino tiene problemas con Don Carmelo, una personaje que añora seguir en la época porfirista y desprecia el México revolucionario, Don Carmelo encuentra a ojitos, un niño abandonado de migrantes del campo a la ciudad, y lo cuida mientras sus ojos le ayudan a ver a Don Carmelo por ser ciego, El jaibo junto con Pedro golpea y destruye las cosas de Don Carmelo, al día siguiente mata a Julián, Pedro tiene conflicto de moral y prefiere redimirse trabajando y proveyendo a su casa, El Jaibo logra meterlo a la correccional gracias a un chuchillo que roba de la herrería, Pedro por un acto de confianza con el director puede salir por un mandado, pero El Jaibo lo encuentra, pedro huye y se oculta en un granero donde Jaibo suele ir, Pedro encuentra el cuchillo, se entera Jaibo y después de forcejean mata a Pedro, su cuerpo lo encuentran los dueños del granero y es arrojado en un basurero como una basura más.
ResponderBorrarLos olvidados nos muestran a los olvidados por el cine de oro mexicano, uno en el que ser pobre era ser humilde y bueno, y nos muestra la dureza de las situaciones a vivir, a pesar que su director no nació en México relata una verdad en nuestro país y en el suyo, esta con la película Las Hurdes, tierra sin pan. En lo personal es de mi director favorito, sus obras nos trasmiten mucha información solo con el lenguaje visual y en el caso de los olvidados nos hace ver una realidad sin disfraz
Me agrada eso que dices sobre los olvidados del cine de oro mexicano y a pesar de no conocer muchas películas, tengo la idea por las que he visto que solo muestran lo bonito, en cambio con Los olvidados vemos a los grupos relegados: los pobres, los indígenas, los niños, los adultos mayores, los discapacitados, las mujeres.
BorrarPelícula que se sienten.
ResponderBorrarLlena de rabia que la pobreza, discriminación y las desigualdades, sean escenarios vigentes.
Poniendo a debate el tema de la infancia es destino, me parece que si bien las condiciones en las que nacieron los personajes eran precarias, en varias ocasiones se les presenta una oportunidad para forjar un mejor futuro.
Algo que me queda muy marcado, es la frase del director cuando menciona que a los niños les hace falta que confíen en ellos.
Sin duda alguna, es una interesante película, a título personal es la primera vez que la veo, me causa melancolía e impotencia, viene a mi mente las palabras "Libertad", "Seguridad", "Fraternidad" e "Igualdad" ; debido, a la gran marginación de los niñas y niñas de la calle considerados/as como una plaga; cuando el mismo Estado debería garantizar ese bienestar común o al menos de la mayoría de los/as niños/as.
ResponderBorrarLa historia de esta película nos muestra los diversos problemas que enfrentan algunos niños, me llamo como se aborda ese complejo de Edipo y como la falta o ausencia de una figura tan importante como la madre puede afectar de tal manera que se encuentre muerto en vida; los niños son el futuro, la inocencia, cuando se pierde entonces es una infancia interrumpida en donde ya no hay vuelta atrás, se han despojado de su propia inocencia, de su significado.
Realmente una película cruel que refleja una mirada profunda a esas lamentables realidades.
Es conocida la frase de Bretón diciendo que México es un país surrealista y Buñuel logra darnos un historia que lo muestra. El guión considero que es tremendamente bueno porque como mencionaron algunos compañeros, hay frases que están cargadas de mucho sentido, se recupera una jerga propia de la Ciudad de México y está claro que la historia cuenta una cruda realidad de marginación donde la falta es lo común, pero que sin embargo tendrá ciertos matices de compasión, de preocupación, de ternura que son propios de las diferentes poblaciones que aparecen en la historia; un abuelo que quiere la ayuda de alguien, una madre que se preocupa por los hijos, una niña que reconoce la bondad de otro niño, niños que quieren jugar, niños que se reúnen y se divierten molestando.
ResponderBorrarPero otra cosa que le hace justicia a la película es la fotografía, esas tomas tan cercanas que hace Gabriel Figueroa me parecen muy bellas más cuando hablan de lo mexicano: Una espalda de mujer siendo sobada por una paloma blanca, unas piernas de Meche echándose leche, un diente de muerto en el cuello de un niño, unos niños divirtiéndose en el carrusel y otros trabajando.
También pienso que el montaje es muy acertado, pasan muchas cosas, pero las transiciones son ligeras.
Los escenarios nos muestran al barrio y sus oficios. La vestimenta es muy propia, y creo que tanto el anterior elemento mencionado como éste, son los que hacen que la película nos entre y nos haga sentir ese desagrado, esa preocupación por lo que les pasa. Y algo que noté además de las gallinas, es la frecuencia de lineas horizontales, sea de las playeras, de algunos objetos y de los edificios abandonas que nos recuerdan el encierro en que en realidad se coloca a esta población, reitera la marginación.
Agrego como comentario a parte de lo técnico que hace no mucho que conozco el término de cine comunitario y pienso que películas como las que hemos visto reiteran el hecho de que es importante conocer la realidad de esta forma y que conlleva un valor político.
Ante la pregunta sobre si infancia es destino la película solo nos dice que sí y mucho por las condiciones sociales.
Hace varios años había visto la película, sin embargo ahora le tome más atención y entendí otras cosas que antes no.
ResponderBorrarMe pareció una película con temas importantes hoy en día, y se me hace curioso que tantos años después aún sigamos igual en cuestiones como la pobreza, la nula educación y los prejuicios.
El personaje más destacable para mí, fue Pedro, ya que tenía tantos problemas, que venía arrastrando desde que su mamá nunca lo acepto (por ser el producto de una violación), por ende no recibió cariño ni atención y busco en otros lugares como la calle y con otros niños para al menos tener algo de atención. Además de dejarse llevar por "El jaibo", y aunque quería cambiar no pudo (incluso mato a lo que más le gustaba, los animales). Su final me pareció muy triste y crudo, pero quizá él lo quería ya que su vida no tenía rumbo.
Una increíble película ✨.
Buena pelicula, a pesar de la crudeza. No se como estará la situación x allá en Mejico. Aca, ese tipo de situación existe y cada vez mas lamentablemente. Abrazo desde Azul, Buenos Aires, Argentina.
ResponderBorrarComo historiadora, me gusta la visión que presenta Luis Buñuel sobre los personajes de los que nadie habla o escribe así como de un país que está en camino a la modernización. La historia de los personajes nos permite conocer las desigualdades sociales que siempre han persistido en la historia de México y que nadie se había atrevido a presentar.
ResponderBorrarCon los olvidados podemos ver una especie de recreación de la violencia en México, es como si no pudiéramos separar la crueldad a través de los siglos. Como en las crónicas de los barrios de la ciudad en el siglo XIX, o la marcada en la época del cine de oro, incluso llega a nuestros días, pues la periferia tiene ese estigma de la crueldad. Quizás hasta podría verse una continuidad con la película de "ya no estoy aquí" que muestra una crudeza similar. Por otro lado, me parece que está a la vista la creación de la masculinidad mexicana, que es violenta, y que se ve en esta y muchas otras películas.
ResponderBorrarEn lo personal me encanta esta película porque muestra un retrato fiel de la vida en los barrios de la ciudad, siempre mantiene de fondo la vida comunitaria que también está presente en esos contextos de marginación. Y no puedo evitar pensar en la crudeza que se puede vivir en la infancia y cómo nos marca. Queda muy claro en los personajes que se ven casi victimas de un destino trágico. Es una de esas películas que siempre consigue la reflexión.
La construcción espacial en donde sucede la narrativa de este filme plantea escenarios de un proyecto de modernización de las ciudades, dicho proyecto materializado por las manos de las personas que viven en extrema pobreza , muchos de ellos de contextos rurales que buscan mejorar sus condiciones materiales de existencia. La infancia se sitúa entonces como un actor receptor de las múltiples violencias del entorno, las familias son disfuncionales, monoparentales, el contexto exige que estos sean mano de obra explotada, las niñas y niños se encuentran con la violencia física y sexual, además de ser victimas de enfermedades y desnutrición.
ResponderBorrarEsta película es muy interesante, pues además es un precedente del cine latinoamericano(la vendedora de rosas de Colombia, el polaquito de Argentina) y Español (algunas películas del cine quinqui), en el uso de actores naturales para contar historias que sitúen a menores de edad en el centro de las crisis sociales, particularmente en los ultimas décadas denunciando la desestructuración de algunos avances sociales en manos del proyecto neoliberal y las condiciones que dan vida rápida a cumplir con su narrativa hiperconsumista como la criminalidad, la corrupción estatal, el narcotráfico entre otras.
Después de mirar nuevamente esta magistral película dirigida por Luis Buñuel, cuya época se ubica a mediados del siglo XX, la pregunta que se ha planteado como eje de este ciclo de cine ¿infancia es destino?, detona muchas inquietudes y sobre todo más preguntas, ¿será que las condiciones de pobreza y hostilidad en que viven los niños que aparecen en el filme son determinantes para su actuar y los desenlaces de sus vidas?, ¿Cuáles son la implicaciones de las condiciones de pobreza y precariedad en la constitución subjetiva de los niños que protagonizan este entretejido de historias que se nos muestran en la película?, ¿Es la infancia un interés para la mirada adultocéntrica que priva en las sociedades modernas?, ¿Qué lugar social y cultural le hemos dado a las infancias en nuestro país?, entre muchas otras que surgen como un golpe a la memoria y sobre todo a nuestra posición ética.
ResponderBorrarLos olvidados, sigue siendo una pieza imprescindible de la filmografía mundial, la trama, enmarcada en un despliegue iconográfico surrealista, característico de la obra de Buñuel, abre una serie de aristas que se entretejen en la condición precarizada en que los niños y jóvenes protagonistas se aferran a la subsistencia y a la demanda de amor que en la indiferencia de las urbes, les ha sido negado.
Se trata de un filme que abandona una posición maniquea de pensar a los sujetos en una dualidad moralizante de buenos o malos, ante ello, nos coloca frente a una ventana que nos permite asomarnos a la complejidad de la condición humana, esa en la que en un lugar y un tiempo el ser acontece, entre la pobreza, la miseria, la precariedad, la carencia, los actos de agresividad, de asesinato, de conflictos éticos, de búsqueda de cariño y sobre todo de amistad, se tornan espejos de nuestra condición misma. No hay buenos ni malos, las infancias, aparecen desnudas y nos hacen un llamado, como el que Pedro constantemente hace a su madre al preguntarle ¿por qué no me diste carne? ¿por qué no me quieres? ¿por qué me trajiste aquí?, sujetado a una madre que a decir suyo refiere “¿por qué habría de quererlo?, no sé ni quien es su padre, era yo muy joven…”
Historias de infancias que parecen despojadas de futuro, muy semejante a lo que pasa en el presente en las periferias, en los márgenes, niños y jóvenes que aparecen como protagonistas desplegando su existencia en un ambiente que a todas luces es precario, no sólo material, sino simbólicamente.
Es posible pensar que si bien, hay similitudes en las vidas de los personajes que aparecen en el filme, a decir del psicoanálisis, ninguna historia es igual a la otra, por lo que Buñuel, se adelanta ya a plantearnos la necesidad de no halar de infancia, sino de infancias, como ejemplo, podemos remitirnos a la relación que se hilvana entre el Jaibo, Pedro y el ojitos, los tres diferentes, uno desplegando el rostro de la violencia y la agresión, otro que representa la esperanza y que se debate en constantes dilemas morales y éticos para quien la esperanza es su madre y sus hermanos así como la posibilidad de un hogar que no logra sostenerlo y uno que trae la condición de ser indígena y además abandonado por un padre que nunca vuelve por él, que lo deja en la orfandad.
Los Olvidados es sin duda, un tejido de textos (imágenes, diálogos, personajes e historias) que nos interpelan, que hacen llamados a esos ojos que han dejado de mirar la alteridad que está latente en aquellos lugares que hemos borrado de nuestra vista y de nuestra memoria.
Mi nombre es Leticia Ramos, el anterior es mi comentario sobre la película.
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